Este documental ofrece una mirada profunda al caso de los hermanos Lyle y Erik Menéndez, condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres en 1989. A través de grabaciones inéditas y entrevistas exclusivas con los propios hermanos, el filme examina los eventos que llevaron al crimen y los juicios que siguieron. Los Menéndez afirman haber actuado en defensa propia tras años de abuso físico y sexual por parte de su padre, alegaciones que fueron ignoradas durante el proceso judicial.